Hielo y Fuego Wiki
Advertisement
Hielo y Fuego Wiki



La Recaptura de Nido del Grifo fue el primer ataque de la campaña militar de Aegon Targaryen para conquistar el Trono de Hierro. El ataque fue dirigido por Jon Connington y resultó en un completo éxito con pocas bajas para su bando.


Antecedentes

El magíster Illyrio Mopatis había contratado a la Compañía Dorada para prestar su ayuda a Daenerys Targaryen para conquistar el Trono de Hierro y lograr un matrimonio con el príncipe Aegon Targaryen, quien no murió en el saqueo de Desembarco del Rey y fue criado escondido por Jon Connington bajo el nombre de Joven Griff. Debido a que Daenerys decidió quedarse a gobernar Meereen, el ahora pretendiente al Trono de Hierro Aegon VI, persuadido por Tyrion Lannister, decide no esperar a su tía y atacar Poniente con el ejército mercenario pensando que Dorne se uniría a su causa, al haber sido su madre la princesa Elia, hermana del príncipe gobernante de Dorne, Doran Martell.[1]

Diez mil hombres zarpan desde Volon Therys con sus armas, caballos y elefantes. Menos de la mitad atraca en Poniente, en el lugar del desembarco acordado.


Desarrollo

El barco de Jon Connington fue de los primeros en tomar tierra, por lo que les bastó con levantar un campamento, reunir a los hombres a medida que iban llegando a la orilla y moverse con rapidez para que los señores de la zona no se percataran del peligro. La avanzada del ataque consistió en los mil arqueros de Balaq el Negro, quienes tenían por misión abatir a cualquier cuervo que saliera de la torre del maestre e impedir que cualquier mensaje saliera del castillo.

El resto del ejército tenía solo una vía de acceso al castillo, pero, según los recuerdos de Lord Connington, ese camino sería devastador para su ejército pues se trataba de un puente natural expuesto a los ataques de lanzas, piedras y flechas de los defensores situados en las dos torres redondas que flanqueaban en la entrada principal del castillo. Y si lograban llegar a aquellas puertas, les echarían aceite hirviendo desde dentro. Sin embargo, el panorama fue alentador: se había permitido que el bosque engullera los prados que llegaban a la torre de entrada. Franklyn Flores se camufló entre la maleza y se presentó con sus hombres a veinte pasos de las puertas, antes de salir de entre los árboles con el ariete que habían preparado en el campamento. El crujido de la madera contra la madera hizo que dos hombres se asomaran a las almenas; los arqueros de Balaq el Negro los derribaron con premura.

La puerta estaba cerrada pero no atrancada y cedió al segundo golpe, de manera que los hombres de Ser Franklyn ya habían recorrido medio gaznate antes de que el cuerno de guerra diera la señal de alarma en el castillo. El primer cuervo salió de la torre cuando los arpeos ya pasaban sobre el muro exterior, seguido por el segundo momentos más tarde. Ningún pájaro llegó a volar cien pasos antes de que lo abatieran las flechas. Un guardia volcó un cubo de aceite sobre los primeros hombres que llegaron ante las puertas, pero como no había tenido tiempo de calentarlo, el recipiente causó más daño que el contenido. Se desató el combate en media docena de lugares a lo largo de las almenas. Los hombres de la Compañía Dorada se encaramaron a los adarves al grito de «¡Un grifo! ¡Un grifo!», el grito de batalla ancestral de la Casa Connington, lo que confundió aún más a los defensores. Todo terminó en cuestión de minutos.

Lord Jon Connington recorrió el puente natural a lomos de un corcel blanco, junto a Harry Strickland. Cuando se aproximaba, un tercer cuervo salió volando de la torre del maestre, pero lo abatió Balaq el Negro en persona. Momentos después, el maestre del castillo fue arrojado por la ventana. Aquello puso fin a cualquier resistencia y los guardias que quedaban depusieron las armas.

Lord Connington ordenó a Ser Franklyn y Ser Brendel que reunieran a todos los habitantes del castillo en el patio, sin ninguna matanza. Les dijo también que bajo el altar de la Madre en el septo había una escalera oculta que llevaba a un refugio secreto.[2]


Situación tras la batalla

Lord Jon Connington retomó su antiguo asentamiento y reclamó el título perdido. Encerró a los parientes del actual señor, Ser Ronnet Connington, y perdonó a todos aquellos que se rindieron.[3]

Esta primera victoria le permitió a la Compañía Dorada tener una base sólida en el Cabo de la Ira desde donde lanzar más ataques a otros castillos, teniendo como objetivo principal Bastión de Tormentas.

Referencias

  1. Danza de Dragones, Capítulo 24, El Caballero Perdido.
  2. Danza de Dragones, Capítulo 61, El Grifo Redivivo.
  3. Danza de Dragones, Capítulo 61, El Grifo Redivivo.
Advertisement