Sinopsis[]
Luego de la reunión de once Hombres sin Rostro, Arya está lista para su primer asesinato. El Hombre Bondadoso le infoma que necesitará un nuevo rostro para este trabajo, debido a que Gata de los Canales es demasiado reconocible. Él y la Niña Abandonada la guían a un subterráneo prohibido de la Casa de Blanco y Negro: las paredes están cubiertas de rostros y Arya se da cuenta de que son las caras de las personas que mueren en el templo. La cara elegida para Arya es la de una niña joven que fue abusada al punto de dejarla permanentemente desfigurada y que llegó al templo buscando la muerte.
La sangre de Arya es usada para suavizar el rostro, que parece más cuero que piel, en el tejido de su cara, el que finalmente se une a su cabeza y se convierte en su nueva cara. El Hombre Bondadoso le advierte que sufrirá pesadillas de la niña cuyo rostro ha tomado, pero sólo por un tiempo. La advertencia prueba ser verdadera y esa noche Arya sueña con los abusos a los que la niña era sometida por su padre. Al día siguiente, se le señala a Arya su primer objetivo: un anciano asegurador que trabaja en los muelles.
El objetivo está siempre acompañado de dos guardias y el Hombre Bondadoso le prohibe matar a otras personas que no sean el objetivo. Arya se dedica a espiar al hombre por varios días buscando una oportunidad. Eventualmente lleva a cabo su plan: desliza una moneda envenenada en la bolsa de un hombre que a su vez la entrega al anciano, quien, según su costumbre, la muerde para saber si es verdadera. El Hombre Bondadoso está complacido por su éxito y la promueve a acólito. Le entrega una túnica blanca y negra para usar en el templo y le devuelve su cara. Sin embargo, al día siguiente debe tomar un nuevo rostro y partir a su primera asignación como aprendiz, a cargo de Izembaro.
Personajes[]
Aparecen[]