Sinopsis[]
Sam, el maestre Aemon, Dareon, Elí y su bebé navegan hacia Braavos a bordo de la galera de la Guardia de la Noche Pájaro Negro. Sam está asustado ante el destino que le espera, pero el viaje es casi peor: no tiene pie marinero y se marea, y además Elí llora y el bebé tiene diarrea. En cuanto al maestre Aemon, rememora sus treinta y cinco años, cuando tenía vista e hizo la ruta inversa, escoltado por Ser Duncan. De todas formas, Sam piensa que el viaje es mejor que el último que hizo por mar cuando tenía diez años hasta El Rejo, con su padre; hizo tan mal papel que Lord Tarly no pudo dejarlo como copero de Paxter Redwyne como pensaba.
Pero el tiempo va empeorando según bordean la isla de Skagos, y el maestre Aemon se empapa al quedarse dormido en cubierta bajo la lluvia. A partir de entonces se suceden las tormentas, cada vez peores y más seguidas. Entre sus propios mareos y los sollozos permanentes de Elí, Sam está desesperado y le pide al maestre Aemon que le dé algo a ella para que no tenga tanto miedo. El maestre le hace ver que no llora por miedo sino por dolor, el dolor de llevar con ella al hijo de Mance Rayder y no al suyo. Sam le dice que es imposible, que Jon Nieve nunca haría eso, pero Aemon le contesta que si bien Jon no lo haría, Lord Nieve lo hizo. Sam quiere gritar su furia, piensa en todo lo que pasaron juntos al otro lado del Muro, y llega a la conclusión de que lo peor está empezando, que no hay finales felices.
