Ser Glendon Flores, quien se hacía llamar Ser Glendon Ball pero que fue mejor conocido como el Caballero de los Sauces, fue un caballero errante durante el reinado de Aerys I Targaryen.
Apariencia
Glendon es descrito como un hombre bajo y fornido, de hombros y brazos gruesos y pesados por su musculatura. Tenía unos pequeños ojos muy juntos, cejas espesas, la nariz grande y un mentón prominente. Afirmaba ser el hijo de Ser Quentyn Ball y por ello que usaba su emblema personal, una bola de fuego ardiente de rojo y amarillo a través de un campo de sable.[1]
Historia
Su madre, una prostituta que seguía los campamentos en la batalla, fue conocida como Jenny Penny a los que la visitaban. Entre sus amantes se conoce a Ser Quentyn Ball. La noche antes de la Batalla de Campo de Hierbarroja yació con docenas de hombres, lo que le valió su nuevo apodo, Jenny Hierbarroja. Después de la batalla, Jenny Hierbarroja se estableció en Desembarco del Rey en un establecimiento llamado Los Sauces. Allí crió a sus dos hijos: su hijo, que sería conocido como Ser Glendon, y su hija, que se convertiría en una puta.
Tras la muerte de su madre, fue enseñado en las artes caballerescas por un viejo escudero que vivía cerca. Medio año antes de que se celebrase el Torneo de Murosblancos, Ser Glendon fue nombrado caballero por Ser Morgan Dunstable delante de dos docenas de testigos, sólo después de que la hermana de Ser Glendon hubiera aceptado a renunciar a su virginidad con Ser Morgan a cambio.[2]
El Caballero Misterioso
Ser Glendon es uno de los caballeros errantes que están acampados al lado del lago. Había llegado a Murosblancos para reclamar el premio del Huevo de Dragón y hacerse un nombre. Ser Glendon pues tomó parte en el Torneo. En su primera justa se enfrentó Ser Argrave el Desafiante. Le desmontó la primera vez. Fue desmontando a otros caballeros y señores.
En un intento de eliminar a Daemon II Fuegoscuro, Lord Gormon Peake acusó a Ser Glendon de robar el huevo de dragón. Fue torturado por Ser Tommard Heddle en los calabozos y fue puesto en libertad con la condición de que se enfrentaría a Daemon en una justa. Aunque todavía tambaleándose por los efectos de la tortura, desmontó a Daemon II en el torneo, demostrando así su inocencia.[3]
