Haggon fue un salvaje, cambiapieles y cazador de más allá del Muro. Fue el mentor de Varamyr Seispieles.
Apariencia[]
Haggon es descrito como un hombre alto y sombrío, con manos duras como la piedra y tenía una voz gruñona.
Historia[]
Haggon vivía en una cabaña de barro, musgo y troncos que luego de su muerte fue ocupada por Varamyr. El animal con el cual mantenía su unión era Pielgrís, un lobo decrépito, frágil y casi desdentado que no tardó en seguir los pasos de Haggon al morir.
Cuando Varamyr era un niño, chilló y pataleó mientras su padre lo arrastraba por el bosque; éste lo abofeteó y le dijo que él pertenecía con los de su calaña, soltándolo a los pies de Haggon. Haggon le enseñó a cazar y pescar, a despiezar un animal muerto, a quitar las espinas del pescado y a orientarse en el bosque. Le enseñó las costumbres y secretos de los cambiapieles, aunque el don de Varamyr era mucho más fuerte que el suyo.
Haggon solía decir que los lobos y las mujeres se casan para toda la vida, meterse en uno, es como un matrimonio. A partir de ese momento el lobo formará parte del cambiapieles, y éste de él. El gato es vanidoso y cruel, y se vuelve contra el cambiapieles a la menor ocasión. El alce y el venado son presas: hasta el hombre más valiente se vuelve cobarde si pasa demasiado tiempo en su piel. Haggon tampoco era partidario de osos, jabalíes, tejones ni comadrejas.[1]
Para Haggon, las aves eran lo peor, ya que el hombre no ha nacido para despegarse de la tierra. Si se pasa mucho tiempo en las nubes, ya no quiere volver a bajar. Había conocido a cambiapieles que probaron halcones, búhos o cuervos y luego, incluso con sus propios cuerpos, se quedaban sentados, embobados, mirando el cielo. Pero no todos los cambiapieles eran de la misma opinión que Haggon.
Haggon solía decirle a Varamyr que el mundo al sur del Muro no es para la gente como ellos:
- "El pueblo libre tiene miedo de los cambiapieles, pero también nos honra. Al sur del Muro, los arrodillados nos dan caza y nos sacrifican como a cerdos." [2]
Sin embargo Haggon comerciaba con los hermanos de la Guardia de la Noche; en una oportunidad llevo a Varamyr a Guardiaoriente del Mar y cambió una docena de sartas de ámbar y un trineo cargado de pieles por seis odres de vino, una piedra de sal y una cazuela de cobre.
Según Varmyr, Haggon era débil y tenía miedo de su propio poder. Haggon murió entre sollozos después de que Varamyr lo asesinara. Le arrancó su segunda vida evitando que su maestro se uniera al viejo lobo. Le arrebató a Pielgrís y lo echo de su piel para apoderarse de la bestia. El propio Varamyr le devoró su corazón. Haggon fue asesinado, devorado e incinerado.
Luego del asesinato, Varamyr reconoce que:
- “Fue mucho lo que me enseñó, sin duda. Lo último que aprendí de él fue el sabor de la carne humana.”
Eventos Recientes[]
Danza de Dragones[]
Después de la derrota del ejército de Mance Rayder en la Batalla del Castillo Negro, Varamyr huye y no lo reconocen sin sus animales. Dice a los sobrevivientes que se llamaba Haggon. Más tarde se pregunta por qué había elegido aquel nombre de entre todos los posibles.
- “Me comí su corazón y me bebí su sangre, y aun así sigue persiguiéndome.” [3]
Cuando Varamyr está a punto de morir congelado y solo, en esos momentos tiene sueños febriles y piensa tomar el cuerpo de la salvaje Abrojo para sobrevivir, cuando escucha a Haggon decir abominación. Era casi como si estuviera allí, en la choza con él.[4]
Citas[]
- “Comer carne humana era una abominación; aparearse como lobo con otro lobo era una abominación; apoderarse del cuerpo de otra persona era la peor abominación posible.” [5]