Los Hombres del Hierro, también conocidos como los hijos del hierro, son los nativos de las Islas del Hierro. Descendientes del mestizaje entre los Primeros Hombres y los Ándalos, son considerados personas independientes y feroces hombres de mar. Su supremacía naval fue hace tiempo incomparable, dejando un oscuro legado de incursiones y saqueos en sus zonas de influencia de las regiones occidentales y meridionales, otorgándoles una temible reputación como el terror de los mares.
Historia
Las Islas del Hierro fueron colonizadas por los Primeros Hombres miles de años atrás. Aislados del resto de Poniente, no aceptaron la adoración de los Antiguos Dioses de los Hijos del Bosque y en su lugar crearon su propia religión en torno al Dios Ahogado y la Silla de Piedramar, que descubrieron ya de pie cuando llegaron a las costas de Viejo Wyk. Cuando los Ándalos invadieron Poniente y conquistaron las Islas del Hierro, se mezclaron con los nativos, convirtiéndose a la religión local en vez de imponer la Fe de los Siete, la cual tuvo poca adherencia; la adoración del Dios Ahogado continuó siendo la principal religión de las islas.
Las islas fueron gobernadas por la Casa Hoare y los hijos del hierro alcanzaron el cénit de su poder aproximadamente cuatro siglos atrás, arreglándoselas para mantener a las Tierras de los Ríos y buena parte de las Tierras del Oeste bajo su dominio. Su linaje terminó después de la Guerra de la Conquista, con la muerte de Harren el Negro y sus hijos en Harrenhal por obra de Aegon I y sus dragones.
Luego de la extinción de la Casa Hoare, la Casa Greyjoy de Pyke fue escogida para gobernar las Islas del Hierro en una asamblea de sucesión. Los Greyjoy juraron fidelidad al Trono de Hierro, el cual gobernó los Siete Reinos manteniendo la paz durante casi trescientos años. Durante la Rebelión de Robert no se implicaron, pero cinco años después se levantaron en rebelión, proclamándose Lord Balon Greyjoy como Rey de las Islas del Hierro en un intento de restaurar las Antiguas Costumbres.[1]
Sociedad
Artículo principal: Antiguas Costumbres
Los hijos del hierro poseen una serie de tradiciones históricas ajenas al resto de los Siete Reinos, y que actualmente se conocen con el nombre de "Antiguas Costumbres".
Las Antiguas Costumbres proporcionan una cierta sensación de coherencia y tradición a esta cultura de piratas, juzgando a los hombres por su destreza marcial. Los hijos del hierro deben "pagar el precio del hierro" a cambio de todo objeto de valor o de lujo, lo que significa que deben tomarlos por la fuerza en vez de comprarlos con dinero o mediante trueques, como es costumbre en las poblaciones civilizadas de Poniente. Los hijos del hierro no se limitan a saquear bienes materiales; también capturan hombres libres y los convierten en siervos, obligándolos a trabajar en sus granjas y minas, o para calentarles el lecho, si se trata de mujeres aprehendidas para ejercer como esposas de sal. Sin embargo estos siervos se diferencian de los esclavos en el hecho de que no pueden ser comprados, vendidos o intercambiados; si alguien desea tener un siervo, la única manera de conseguirlo es "pagando el precio del hierro". Los hijos del hierro argumentan que sus descendientes no deben rebajarse a tareas tan serviles y sus hijas tienen tanto derecho como los varones a luchar, saquear o incluso gobernar un barco. Según dicen, el mar confiere a sus mujeres los apetitos de un hombre. Las que contraen matrimonio se convierten en pilares centrales de sus familias y tienen casi los mismos privilegios que sus esposos.[2]
Costumbres
- Los hijos del hierro no derraman la sangre de los hijos del hierro.
- Danza del dedo, es un juego peligroso y común entre los hijos del hierro.
Religión
Artículo principal: Dios Ahogado
Los hijos del hierro siguen al Dios Ahogado, una deidad cruel que habita bajo los océanos. La religión del Dios Ahogado sirve de apoyo a la cultura de piratería naval de los hijos del hierro. Creen que el Dios Ahogado les creó para violar, saquear y conquistar reinos. El Dios Ahogado en sí mismo se cree que trajo la llama desde el mar, y navegó por el mundo a espada y fuego.
Según la fe del Dios Ahogado, los hombres del hierro pertenecen a una raza diferente al del resto de humanos, quienes como aseguraba el sacerdote Sauron Lengua de Sal procedían de las estancias acuosas del Dios Ahogado bajo los mares.[3]
El ahogamiento y la resucitación son dos rituales muy importantes en la religión del Dios Ahogado. El ahogamiento es el método tradicional de ejecución utilizado por los Hombres de Hierro, pero también se le considera un acto sagrado, y los más fieles no le tienen miedo. Los recién nacidos son "ahogados" poco después de nacer sumergiéndolos en agua salada. Los clérigos, llamados "Hombres Ahogados" son sumergidos una segunda vez y recuperados mediante una primitiva resucitación cardiopulmonar. Los hombres ahogados visten togas con manchas verdes, grises y azules. Llevan porras hechas con maderas de naufragios durante las batallas y pellejos con agua salada para realizar rituales.[4]
Fuerza Militar
Los hijos del hierro son una sociedad guerrera, mucho más que el resto de los Siete Reinos.[5] A pesar de ser una población más pequeña, la Flota de Hierro es capaz de reunir casi mil buques de guerra de diferentes tamaños y probablemente alrededor de cincuenta mil combatientes, más o menos experimentados. Cada familia noble tiene al menos un barcoluengo. Dentro de esta fuerza de combate naval impresionante, la Flota de Hierro incluye al menos cien barcos de combate de élite. Además de la experiencia de sus tripulaciones, los hijos del hierro no dudan en luchar con armadura sobre las olas, de acuerdo con los principios de las viejas costumbres de santificar la muerte por ahogamiento. Así, durante las colisiones, los hijos del hierro a menudo tienen una ventaja sobre sus oponentes.[6]
Sus rápidos barcoluengos de madera con poca profundidad les permiten montar incursiones en las costas de Poniente y tierra adentro por los ríos y arroyos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que a pesar de su experiencia en el combate en el mar, la Flota de Hierro sufrió una gran derrota a manos de la flota real, comandada por Lord Stannis Baratheon durante la Rebelión Greyjoy. La maniobrabilidad y la velocidad de los barcoluengos no necesariamente compensa la potencia de las galeras implementadas por los otros reinos. Además, la superioridad naval de los hijos del hierro no es suficiente para compensar la ausencia de caballería. Pocos isleños son jinetes hábiles y hasta los señores montan caballos de pequeño tamaño o ponis peludos de Harlaw. A los hijos del hierro les falta la disciplina necesaria para resistir una carga de caballería con una barrera de escudos, por lo cual históricamente, la mayor parte de las conquistas se encuentra en las costas, o a lo largo de los arroyos.
Al atacar los castillos los hijos del hierro, de acuerdo a las Antiguas Costumbres, no construyen catapultas y máquinas de asedio ya que no hay gloria en "matar de hambre" al enemigo o "tirando rocas", sino que las asaltan con hachas, espadas y escaleras.[7]
Referencias
- ↑ Festín de Cuervos, Capítulo 11, La Hija del Kraken.
- ↑ Festín de Cuervos, Capítulo 11, La Hija del Kraken.
- ↑ El Mundo de Hielo y Fuego, Los Siete Reinos, Las Islas del Hierro.
- ↑ Festín de Cuervos, Capítulo 1, El Profeta.
- ↑ Los Hijos del Hierro (25 de marzo 2000) So Spake Martin
- ↑ Festín de Cuervos, Capítulo 29, El Saqueador.
- ↑ Choque de Reyes, Capítulo 24, Theon.