Lucinda Penrose fue una dama de la Casa Penrose que vivió durante el reinado de Aegon III Targaryen.[1]
Historia[]
En 133 d.C. la reina Jaehaera Targaryen murió en Desembarco del Rey; la Mano del Rey, Lord Unwin Peake, se apresuró a decidir que su hija sería la nueva consorte del rey Aegon III Targaryen. Sin embargo, muchos señores nobles del reino se opusieron y propusieron a sus propias candidatas, por lo que se convocó un baile donde el rey elegiría a su futura esposa. Durante la jornada de cetrería anterior al baile, unos proscritos atacaron a Lucinda Penrose mientras cazaba en la bahía del Aguasnegras, a menos de medio día de distancia de la Fortaleza Roja; le mataron al halcón y le robaron el caballo, y un hombre la sujetó mientras otro le rajaba la nariz, abriéndole en canal la punta.[2]
Con el tiempo, Lucinda se convirtió en doncella de la reina Daenaera Velaryon, segunda esposa del rey Aegon III Targaryen. En 135 d.C., Lucinda fue una de las tres doncellas acusadas de intentar envenenar a los reyes; reconoció que deseaba la muerte de Daenaera, diciendo:
- "Si no me hubieran rajado la nariz, ella sería mi sierva en vez de yo la suya. Ahora, por su culpa, ningún hombre se fijará en mí" [3]
Pese a que indudablemente habían participado en la conspiración, las tres mujeres habían desempeñado papeles relativamente menores. Por ese motivo, y en consideración de su sexo, Lord Torrhen Manderly y los regentes decidieron mostrarse misericordiosos. A Lucinda Penrose y Priscella Hogg las condenaron a sufrir la amputación de la nariz, con la posibilidad de conmutar la pena si se entregaban a la Fe de los Siete y se mantenían fieles a sus votos.[4]