El septón Luna fue un miembro de la Fe y líder de los Clérigos Humildes durante la Rebelión de la Fe Militante, contra el reinado de Maegor I Targaryen.[1]
Apariencia y Carácter[]
El Septón Luna es descrito como un hombre "bruto y barbudo". Era un hombre corpulento con una voz atronadora, capaz de hablar durante horas. Afirmaba que el único libro que había leído era La estrella de siete puntas, pero muchos lo cuestionaban, ya que nunca citaba nada del tomo, y nadie lo había visto leer. Tenía un apetito inmenso por la comida, el vino y las mujeres. Nunca intentó ocultar sus vicios a sus seguidores, pero a menudo proclamaba con orgullo "Soy un pecador".
Embarazó a innumerables mujeres. Sus seguidores creían que su semilla estaba bendita, y podía hacer fértil a una mujer estéril y otorgarle buena fortuna. Esta historia era tan creída que los esposos le regalaban a sus propias esposas, y las madres a sus hijas. Luna nunca rechazó tales ofertas. Muchos de sus seguidores pronto adoptaron la "verga de la Luna" como su emblema, representando su lealtad al Septón Luna.[2]
Historia[]
Tras las derrotas de la Fe Militante en el 42 d.C. en la Batalla de Puente de Piedra y la Batalla del Gran Forca del Aguasnegras, al año siguiente surgieron nuevos líderes de la rebelión. Entre ellos se encontraba el septón Luna. Este era visto como un forajido, casi imperceptible.[3][4]
El Septón Luna formó parte de una banda de forajidos que lo coronaron como su propio Septón Supremo, desafiando al "Lamebotas Supremo" que el rey Maegor I Targaryen había obligado a los Máximos Devotos de Antigua a elegir para el cargo. Luna recorría las Tierras de los Ríos y el Dominio, y siempre que salía de los bosques para predicar, atraía multitudes para escuchar sus condenas contra Maegor I. En el Septo de Piedra durante el 47 d.C., denunció la inminente boda polígama de Maegor I, y fue aclamado por cientos de ciudadanos.
En el 48 d.C., Luna guio a miles de seguidores de la Fe de los Siete a través del Dominio hasta Antigua, con la intención abiertamente anunciada de «enfrentar al Lamebotas en el Septo Estrellado», para exigirle que levantara la prohibición de las órdenes militares y denunciara a Maegor I. Mientras acampaba a las afueras de Antigua, a sus fuerzas se unieron los ejércitos de Lord Torgen Oakheart y Rickard Rowan.
Tras la muerte de Maegor I, Luna permaneció acampado a las afueras de Antigua con sus fuerzas. Era considerado la mayor amenaza para el sucesor de Maegor, el rey Jaehaerys I Targaryen. Luna continuó denunciando a los Targaryen y al Lamebotas Supremo, quienes permitieron que las abominaciones continuaran. Aunque Lord Donnel Hightower había cerrado sus puertas a Luna y sus hombres, también se negó a atacarlos. El Consejo Privado de Jaehaerys I decidió que el rey debía ser ungido por el Septón Supremo, pero que Luna debía ser derrotado antes de que esto sucediera. La sugerencia de atacar a las huestes de Luna con dragones fue rechazada. Lord Rogar Baratheon declaró que, si lideraba a sus huestes contra Luna y sus seguidores, el coste sería enorme.
Mientras el consejo privado en Desembarco del Rey aún debatía cómo lidiar con Luna, una joven se le acercó y le pidió ayuda a cambio de una jarra de vino. Al cabo de un rato, la mujer emergió, semidesnuda y gritando, y huyó del lugar. Luna apareció poco después, degollado. Se tambaleó por medio campamento mientras moría, intentando atrapar a la mujer. No se pudo encontrar a la mujer, y los seguidores de Luna ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre su aspecto. De la jarra de vino que había traído la mujer, aún quedaba la mitad. Los cuatro Clérigos Humildes que la bebieron murieron poco después, revelando que el vino había sido envenenado. Pronto se difundieron muchas historias y rumores sobre la repentina muerte del Septón Luna.
Los aspirantes a sucesores de Luna se disputaron sus huesos. Uno de ellos, Lorcas el Instruido, afirmó haber tenido una visión de Luna, en la que el septón fallecido entregaba Antigua a sus seguidores. Le arrebató el cuerpo a Rob el Famélico, lo ató a un corcel y asaltó las puertas de Antigua en un ataque fallido. Cuando la mayoría de los pocos hombres que se unieron al ataque murieron, Lord Hightower envió a una docena de caballeros para apoderarse del cuerpo de Luna y decapitarlo. La cabeza de Moon fue posteriormente ofrecida como obsequio al Septón Supremo, curtida y disecada.[5]
