Saera Targaryen

La princesa Saera Targaryen fue la novena hija del rey Jaehaerys I Targaryen y su hermana esposa, la reina Alysanne.^[1]

Apariencia y Carácter

Saera es descrita como muchacha bonita, valiente e inteligente, a su manera tan inteligente como su hermano Vaegon. Era más alta que su hermana Daella, y tan fuerte, rápida y enérgica como su hermana Alyssa. Saera era tempestuosa, exigente y desobediente.

Se sabe que la reina Alysanne comparó el temperamento de Saera con el de su prima Aerea Targaryen; según el archimaestre Gyldayn, sin embargo, Aerea se había comportado muy bien en comparación con Saera. Saera era una joven feroz y terca que amaba que se le prestara atención y se ponía de mal humor cuando no la recibía.

Saera aprendió rápidamente cómo obtener lo que quería de su padre; sin embargo, no podía manipular tan fácilmente a su madre. Aunque a sus dos hermanos mayores, Aemon y Baelon, siempre les divertían las travesuras de Saera, nunca se enteraban de lo peor de ellas, y según el septón Barth, ninguna de las hermanas de Saera le tenían demasiada estima.^[2]

Historia

Infancia y juventud

Nacida en 67 d.C., la princesa Saera fue la quinta hija y noveno vástago del rey Jaehaerys I Targaryen y su hermana esposa, la reina Alysanne Targaryen. Tuvo ocho hermanos mayores, Aegon, Daenerys, Aemon, Baelon, Alyssa, Maegelle, Vaegon y Daella, y cuatro hermanos menores, Viserra, Gaemon, Valerion y Gael.^[3]

Durante su infancia, Saera fue una niña difícil que se negó a ser destetada hasta después de los cuatro años. Era traviesa, siempre metiendo gatos en la alcoba de su hermana Daella, sabiendo que su hermana les temía. Cuando tenía siete años, Saera aprendió cuándo y cómo deslizarse en las cocinas para robar todo tipo de golosinas. A los diez años, Saera se deslizó en la Torre de la Espada Blanca, robó todas las capas blancas de la Guardia Real que pudo encontrar y las tiñó de rosa. Antes de cumplir los once, había empezado a robar bebidas alcohólicas; a los doce años, a menudo estaba ebria cuando se presentaba en el septo. Una víctima frecuente de las bromas de Saera era Tom Nabo, el bufón de la corte. Una vez, después de una broma particularmente cruel que resultó con Tom herido, las septas de Saera declararon que era "una niña malvada". Antes de que cumpliera trece años, Saera ya había tenido media docena de septas y otras tantas criadas.

En 73 d.C., después de que sus padres llegaran a la conclusión de que sus hermanos Vaegon y Daella no eran adecuados para casarse el uno con el otro, Saera fue considerada brevemente como novia para Vaegon. Eventualmente, su hermano fue enviado a la Ciudadela para convertirse en archimaestre.

A los catorce años, Saera le dijo a su padre que quería ser una reina como su madre, casándose con el Príncipe de Dorne o el Rey-Más-Allá-del-Muro; sin embargo, al conocer a un comerciante de las Islas del Verano, declaró que también quería casarse con él. Para cuando tenía quince años, sin embargo, tenía otras fantasías; en casa, pensó, podía tener tantos hombres jóvenes, escuderos, caballeros y señores, como quisiera. De entre todos los hombres que buscaban su favor, tres eran sus favoritos, Jonah Mooton, el heredero de Poza de la Doncella, Lord Roy Connington, Señor de Nido del Grifo, y Ser Braxton Beesbury, el heredero de Sotomiel. Dos chicas de su edad, Perianne Moore y Alys Turnberry, se convirtieron en sus mejores amigas. Durante más de un año, las tres niñas y los jóvenes se encontraban siempre juntos.

El rey Jaehaerys consideraba que los tres favoritos de su hija eran prometedores al considerar un futuro marido para Saera. La reina Alysanne no estaba de acuerdo, comentando sus dudas sobre ellos, especialmente Ser Braxton. Jaehaerys desestimó sus preocupaciones, alegando que Saera nunca había estado sola con ninguno de los hombres, ya que siempre la atendían los sirvientes y por lo tanto no podía meterse en problemas.^[4]

Novicia de las Hermanas Silenciosas

En 84 d.C. dos hombres de la Guardia de la Ciudad de Desembarco del Rey rescataron al bufón Tom Nabo de un burdel llamado la Perla Azul, donde se encontraban los tres amigos de Saera, Jonah Mooton, Roy Connington y Braxton Beesbury. Después de que Connington dijera que habían creído que sería divertido ver a Tom con las putas, Mooton admitió que la broma había sido idea de Saera. Los capas doradas llevaron a los tres hombres ante Ser Robert Redwyne, quien los llevó ante el rey Jaehaerys en el Trono de Hierro. Ninguno de los tres se atrevió a decir una palabra sobre Saera, por lo que fueron arrojados a las celdas negras. Posteriormente, la reina Alysanne llamó a las dos amigas de Saera, Perianne Moore y Alys Turnberry, para interrogarlas. Asustadas, las dos chicas rápidamente revelaron que las tres habían practicado besarse entre ellas, vestidas al principio y luego desnudas. Cuando las chicas se desafiaron la una a la otra a besar a un chico de verdad, Saera había proclamado que besaría a un hombre. Según Lady Perianne, había sido Beesbury quien había practicado con todas ellas. Cuando se les preguntó dónde habían estado los sirvientes durante todo lo que habían hecho, las dos niñas informaron a la reina que simplemente se les había ordenado que se quedaran afuera y que las pocas que habían sabido algo se habían visto obligadas a guardar silencio por Beesbury.

El rey Jaehaerys fue posteriormente informado y se interrogó a escuderos, mozos y sirvientas sobre el asunto. Sólo entonces, Jaehaerys llamó a Saera a la sala del trono; el rey la regañó por la broma de Tom y la Perla Azul, luego de lo cual Alysanne le informó que sabían que Alys Turnberry estaba embarazada. Cuando se le informó del encarcelamiento de sus tres favoritos, Saera comenzó a hablar y en el lapso de una hora pasó de la negación y la burla a la acusación, de la justificación al desafío, según el septón Barth. Cuando Saera finalmente se calló, Jaehaerys le preguntó si había dado su doncellez a alguno de los tres hombres, a lo que Saera contestó que los tres creían haber sido el primero. Saera declaró que se casaría, pero que no podía decidir cuál de los tres sería la mejor opción; cuando sugirió casarse con los tres, se comparó con Aegon el Conquistador y Maegor el Cruel. La última comparación enfureció al rey Jaehaerys, quien ordenó confinarla en su dormitorio; tuvo que ser arrastrada allí por los guardias.

Durante todo el día siguiente, Jaehaerys y Alysanne hablaron sobre lo que debía hacerse con Saera, sus dos amigas y sus tres favoritos con el septón Barth y el Gran Maestre Elysar. El rey Jaehaerys, furioso y avergonzado, dijo más de una vez que Saera ya no era su hija; la reina Alysanne estuvo de acuerdo en que Saera debía ser castigada y le dijo a Jaehaerys que, si había podido reconciliarse con los señores que habían luchado contra él y su familia, podría reconciliarse con Saera.

Según el septón Barth, el rey podría haber estado dispuesto a perdonar a Saera, si Saera hubiera hecho lo que le habían ordenado. Sin embargo, la princesa escapó de su confinamiento esa noche y abandonó la Fortaleza Roja, pero fue capturada por los Guardianes de los Dragones cuando trató de entrar en Pozo Dragón. Enfurecido por el intento de robar un dragón, Jaehaerys la confinó a una celda de la torre, donde Jonquil Darke, la guardia personal de la reina Alysanne, la vigilaría a cada momento del día. Posteriormente, se trató con los cinco compañeros de Saera; Ser Braxton Beesbury solicitó un juicio por combate contra el mismo rey Jaehaerys; fue asesinado mientras Saera miraba desde la ventana de su celda.

La princesa Saera fue enviada a Antigua y entregada a la Fe de los Siete quince días después, donde se anunció que sería una novicia con las Hermanas Silenciosas.^[5]. En Antigua su hermana mayor, la septa Maegelle, debía hacerse cargo de su instrucción. Saera soportó su tiempo entre las Hermanas Silenciosas durante un año y medio, pero en 85 d.C. huyó de la casa madre durante la noche. Los hombres de Lord Hightower registraron cada casa en Antigua, pero no encontraron rastro de ella. Cuando Saera tampoco se presentó en la Fortaleza Roja, el rey Jaehaerys le ordenó a sus antiguos amigos que la vigilaran.^[6]

Al otro lado del Mar Angosto

Sin embargo, en lugar de esconderse dentro de los Siete Reinos, Saera compró un pasaje en un barco en Antigua que la llevó a Lys.^[7] Allí, entró al servicio en un jardín de placer, vestida como novicia. Esta noticia llegó a la corte medio año después de que Saera escapara de Antigua. Cuando Alysanne lloró, diciendo que los lysenios habían convertido a Saera en una puta, Jaehaerys proclamó que siempre lo había sido. Después de la traición y el abandono de Saera, se dice que el rey Jaehaerys nunca volvió a ser el mismo.

Jaehaerys le prohibió a Alysanne mantenerse en contacto con Saera. Sin embargo, Alysanne desafió al rey y contrató agentes para vigilar a su hija. Tras la muerte de tres de las hermanas de Saera, Alyssa, Daella y Viserra, en un lapso de cinco años, la reina Alysanne le rogó al rey Jaehaerys que trajera a Saera a casa. Jaehaerys se negó a hacerlo, declarando que no quería volver a escuchar su nombre y le prohibió a la reina volar a Lys.

La reina le escribió a Saera, pero la princesa nunca contestó. Para 80 d.C., Saera había dejado Lys y se había mudado a Volantis, donde se había convertido en una mujer rica aunque infame.

Cuando el rey Jaehaerys convocó a un Gran Consejo en 101 d.C. para resolver el asunto de su sucesión, tres hijos bastardos de Saera, cada uno de un padre diferente, llegaron a Desembarco del Rey a presentar sus reclamos. La propia Saera decidió no presentar su propio reclamo, presumiendo que tenía "su propio reino" en Volantis. Uno de sus hijos bastardos era la viva imagen de Jaehaerys en su juventud mientras otro habia sido engendrado por un Triarca de Volantis.^[8]

En su lecho de muerte en 103 d.C., el rey Jaehaerys a veces confundía a Lady Alicent Hightower, su cuidadora, con sus hijas. Cerca del final, se convenció de que Alicent era Saera, que había regresado desde el otro lado del mar.^[9]