Setenta y nueve centinelas es una relato de la Guardia de la Noche.
Leyenda[]
Según la historia, eran setenta y nueve desertores que se fugaron hacia el sur para convertirse en bandidos. Uno era el hijo menor de Lord Ryswell, de manera que cuando llegaron a Los Túmulos buscaron refugio en su castillo, pero el propio Lord Ryswell los hizo prisioneros y los devolvió al Fuerte de la Noche. El Lord Comandante hizo excavar agujeros en la cima del Muro, metió dentro a los desertores y los encerró vivos en el hielo. Tienen lanzas y cuernos, y todos miran hacia el norte, de ahí su nombre. En vida abandonaron sus puestos, de manera que muertos montan guardia eternamente.
Años más tarde, cuando Lord Ryswell estaba ya viejo y moribundo, hizo que lo trasladaran al Fuerte de la Noche para vestir el negro y estar junto a su hijo. El honor lo había obligado a devolverlo al Muro, pero seguía siendo su hijo amado, de modo que vino para compartir la guardia con él.[1]
Referencias[]
- ↑ Tormenta de Espadas, Capítulo 56, Bran.