Hielo y Fuego Wiki
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Symon, mejor conocido como Symon Espalda Lacerada, es un antiguo esclavo de Astapor que fue liberado por Daenerys Targaryen y actual comandante de los Hermanos Libres. Es llamado Espalda Lacerada debido a las heridas que recibió al ser azotado en el pasado por sus amos.

Eventos Recientes

Danza de Dragones

Symon es el comandante de la compañía de libertos de Meereen, los Hermanos Libres. Daenerys deja atrás la muralla de Meereen y recorre el campamento de refugiados de Astapor que hay fuera de la ciudad, donde la colerina sangrienta está haciendo estragos. Symon es parte del grupo de guerreros que acompaña a Daenerys. Son demasiados los que mueren cada día y es necesario quemarlos para que la epidemia no se extendiera más aún, pero los hombres dicen que no es bueno tocar a los muertos. Entonces Daenerys propone que lo hagan los Inmaculados, que no tienen miedo de los cadáveres, y los manda buscar. Symon Espalda Lacerada y sus hombres ayudan a separar a los vivos de los muertos y a amontonar los cadáveres y prenderles fuego.[1]

Ser Barristan Selmy planea arrestar a Hizdahr zo Loraq y formar un consejo que gobierne en su lugar. Tanto Symon Espalda Lacerada, de los Hermanos Libres, como Mollono Yos Dob, de los Escudos Fornidos, están deseando entrar en combate, resueltos a demostrar su valía y lavar con una marea de sangre yunkía todas las afrentas que habían sufrido. Ser Barristan opta por una posición más diplomática exigiendo que los yunkíos devuelvan a los rehenes y retiren los ejércitos. Si se niegan, y solo si se niegan, les informarán de que se ha roto el tratado y les presentarán batalla. Tras el exitoso golpe y arresto de Hizdahr zo Loraq por Ser Barristan, analizan cómo enfrentar al ejército sitiador yunkío y Symon propone que los eunucos se dividiesen y se repartiesen entre las tres compañías de libertos; aseguraba que sus Hermanos Libres eran valientes y estaban dispuestos para la lucha, pero sin el refuerzo de los Inmaculados, temía que sus inexpertas tropas careciesen de la disciplina necesaria para enfrentarse a mercenarios curtidos en el combate.

Cuando todo quedó dicho, debatido y decidido, Symon Espalda Lacerada planteó una última cuestión: él conoce a los mercenarios, y sabe que los yunkíos nunca podrán pagarles lo suficiente para que se enfrenten al fuego de dragón. Así que le pregunta a Barristan, cuando comenzase la batalla, si acudirían los dragones uniéndose a la lucha. Ser Barristan pensó que sí llegarían, pero no sabe si distinguirían entre un bando y otro, aunque no lo dijo. Le responde que si vienen, puede que la sombra de sus alas baste para desalentar a los esclavistas y ponerlos en fuga.[2]

Referencias

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